Después de una accidentada gala, Moonlight ha ganado el Oscar como mejor película del año. El filme de Barry Jenkins, de solo 37 años, se ha hecho paso entre el gigante La La Land gracias a una emotiva historia de discriminación y superación.

Entre las claves de la película, se encuentra una original narrativa en tres actos, actuaciones tan sorprendentes como la de Mahershala Ali y, también, una estética al más puro estilo Wong Kar-wai.

El director de Hong Kong, catalogado como el 37º más importante de los últimos 25 años y creador de In the Mood for Love (2000), la segunda mejor del Siglo XXI en una encuesta entre 177 críticos – únicamente superada por Mulholland Drive–, siempre ha sido una influencia para Jenkins.

Solo hay que echar un vistazo a la obra de ambos para darse cuenta. Pero, por si no queréis hacer todo el trabajo, el youtuber Alessio Marinacci lo ha resumido en un vídeo que los compara:

Jenkins nunca ha negado la influencia que Wong tiene en su trabajo. De hecho, en una entrevista que le hicieron el pasado noviembre, reconoció que su escena favorita de la historia pertenece al filme Chungking Express, que el director chino estrenó en 1994. En la escena, un hombre juega con un avión de juguete sobre el cuerpo de su novia, mientras suena de fondo la canción What A Diff’rence A Day Made de Dinah Washington.

“Wong hace un gran trabajo a la hora de tomar el interior y trasladarlo a la pantalla. Esto es algo que no se enseña en la escuela de cine”  , explicó Jenkins en la entrevista. Una descripción de su director favorito que, sin duda, puede trasladarse a sus propias creaciones.