Neil Fingleton ha muerto a los 36 años de edad a causa de un fallo cardíaco. Este británico de 2,33 metros de altura estaba considerado desde 2007 el hombre más alto de Gran Bretaña. También se le conocía como el hombre más alto de Europa, pero no estaba comprobado… y tampoco ha salido nadie para desmentirlo.

Aunque había alcanzado la fama mundial durante los últimos años por interpretar a “Mag el Poderoso”, uno de los gigantes de Juego de Tronos, Fingleton ya era popular gracias al deporte.

Antes de su carrera como actor, Fingleton fue jugador de baloncesto, aunque con poca suerte. Comenzó en el baloncesto universitario de los EEUU, dónde se graduó en la universidad de Holy Cross, debutando como profesional en competiciones menores americanas como la ABA y la D-League. Tras pasar por la liga inglesa, jugó en Italia, Grecia y en la tercera división del basket español en el CB Illescas y Ciudad Real. Una lesión le obligó a retirarse en 2007.

Precisamente cuando acabó su accidentada carrera deportiva, el libro Guinness reconoció su altura proclamándole el hombre más alto de la Gran Bretaña.

A partir de ahí fue el protagonista de dos documentales donde explicaba las dificultades en la vida cotidiana y los problemas que salud que comportan medir 233 centímetros. Ese fue su trampolín.

Mostrar sin ningún reparo cómo se ve la vida desde ese ángulo fue lo que le permitió labrarse una trayectoria como actor. Su primera aparición ante las cámaras fue en la película X-Men: Primera generación en 2011. La verdad es que no está mal debutar en la gran pantalla con Kevin Bacon y Michael Fassbender como colegas de reparto aunque no fuese fan del género superhéroes.

Dos años más tarde actuó en La leyenda del samurái: 47 Ronin, protagonizada por Keanu Reeves, y en 2014 entró en el elenco de Juego de Tronos, disfrutando de una fama agridulce, ya que por su caracterización nunca mostraba su verdadera cara.

Sin embargo, para los sibaritas de la ficción británica, Fingleton guarda una perla con su papel esporádico en Doctor Who.